martes, 18 de marzo de 2014

Cuando el Corazón despierta… La revolución comienza.



Después de cada relación, o intento de una, el corazón, órgano que en este artículo entenderemos como 
algo un poco mas complejo que una máquina para bombear sangre, queda resentido, contaminando el resto de nuestro cuerpo con sensaciones, impresiones, miedos, tabúes y complejos, que antes no existían. Limitando nuestras reacciones, haciéndonos sentir inseguros y temerosos de atrevernos a dar nuevos pasos...

¿Qué debemos hacer?

Respuestas hay tantas como emociones lleguemos a identificar…

Creo que debemos partir por entender que cada experiencia traerá consigo cosas nuevas y también cosas viejas. Esas mismas cosas que nunca quisimos enfrentar, que nunca quisimos discutir y que finalmente dejamos ahí, en lista de espera, a medio terminar.

¿Qué es lo primero que aflora cuando algo sale mal y lo que brotó en tierra muerta y que parecía ser un fruto perfecto se extingue?

El Corazón se paraliza…
La sangre se desliza despacio por cada rincón, por cada célula, por cada milímetro de nuestro cuerpo y sentimos que el lo que pase en el mundo da exactamente lo mismo, porque “nuestro engranaje complementario”, salió de su eje y quedamos solos.

¿Qué importa lo que pase con el mundo ahora si “nuestro” mundo dejó de girar?

La verdad es que si importa.
Nuestra primera reacción es mandar todo a la mierda, cosa que es absolutamente válida, pero la realidad es que si importa… No podemos paralizar nuestra vida cotidiana, porque nuestra vida emocional se detuvo, suficiente tenemos con nuestros miedos que quedan como secuela posterior al quiebre.

¿Qué miedos?

El miedo a exponernos nuevamente a un fracaso.
El miedo a entregarnos y obtener justamente lo contrario.
El miedo a decir “te quiero” y no recibirlo de vuelta.
El miedo a sentirnos queridos y pensar que es una farsa.
El miedo a bajar el escudo y vernos sin defensas frente a lo que “no debería” ser una amenaza, pero, y por culpa de lo anterior, nos negamos a vivir de nuevo.
El miedo a que la lealtad y fidelidad que entregas, no sea la que recibas.

¿Por qué cuesta tanto empezar de nuevo y dar otro paso de la mano de alguien más?

Por que “El Corazón” comenzó una revolución interna tan potente que paralizó todo lo demás, porque en su afán por volver a su estabilidad, puso todos sus sensores en alerta, cerrando el paso a todo lo que antes fue capaz de dañarlo y dejarlo sin fuerza.
Comenzó una revolución que lo hará volver a ser fuerte, donde el miedo que antes lo paralizó, pasará a ser una herramienta que le sirva de impulso una vez que sienta que está seguro, que puede latir con mas fuerza aún porque será escuchado, entendido, admirado y amado.


El Corazón revoluciona nuestra mente, nuestra conciencia y nuestra alma.
Siempre irá un paso mas adelante, lo que cuesta es seguirle el paso.




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