"En la vida,
como en todo lo demás, lo importante es tener claridad."
Para todo lo que hacemos a diario, debemos tomar una decisión en las que muchas
veces los resultados no serán instantáneos ni serán tangibles, sino que más
bien, serán apreciados en un futuro no muy lejano. Capacidad de decisión,
autocontrol, autoestima y también el aprender a manejar por separado “la razón
del corazón”, son cosas que todos deberíamos tener, saber y/o en su defecto
aprender.
Vamos por
lo esencial.
Somos seres
que funcionamos en base a dos grandes “engranajes”:
El Corazón
por otra parte, se hace presente o se activa, en todo lo demás.
En ese fenómeno
“químico” que llamamos amor, (que para mi es como encontrar un receptor a lo
que gritamos en silencio).
Está activo
cuando nos vemos estancados por no ser capaces de dar corte a relaciones que se
vuelven tormentosas, independiente del tipo de relación que ésta sea y no
podemos ver con claridad que realmente se volvió algo de carácter “autodestructivo”
porque y de acuerdo a nuestro “Corazón”, no podemos ser así, no podemos dañar a
alguien mas, (según nuestro criterio) y optamos por ser la única víctima.
¿Cómo
logramos esta armonía?
De la mano
de lo que ya conocemos, “nuestras reacciones y sus consecuencias”.
Cuando ya
sabemos que “tal o cual cosa” nos hace mal y eso nos produce un estado
emocional que resulta dañino, esa consecuencia se traduce en “entrenamiento”
para nuestro “Corazón”.
Con tiempo,
“La Razón ”
disparará señales que nuestro “Corazón” entenderá y así, sabrán trabajar en
conjunto.
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