Las
emociones no se deben reprimir. Si afloran, son para liberarlas.
Todos
tenemos libertad de acción y también de reacción. Si para ti es necesaria la
introspección, entonces tómate el tiempo para vivir ese proceso de forma
completa, no es sano ir dejando las puertas abiertas a medida que vamos
caminando.
El
Sagitario, es una mezcla donde los impulsos animales y humanos combaten día a
día por ejercer su dominio y por otra parte, donde lo racional combate con lo
emocional por lograr un balance.
La perdida
de objetividad, es algo latente en su actuar.
El
Sagitario sueña con imposibles, sueña con “tiempos que fueron mejores”, lo que
hace que se olvide de que hoy, puede ser la oportunidad de crear “mejores
tiempos”.
Es el
mismo, quien se limita.
¿Por qué
frenar, cuando puedes acelerar?
No dejes
que el miedo domine tus pasos, mejor utilizarlo como impulso.
La
sensación de “inutilidad”, se despierta rápido, y es porque le cuesta encontrar
soluciones, sobre todo cuando los problemas se presentan de forma inesperada.
Es
necesario aprender a “no depender de la rutina” y aprender a dejarse llevar por
el propio cause del río, quebrar la estructura y aprender a amoldarse.
Intenta
cambiar el ángulo de visión de las cosas, no todo es evidente a la vista y es
ahí, cuando deben aflorar tus impulsos animales, esos que son ancestrales y que
conectan con tu esencia.
CONSEJO:
No existe
otra manera de aprender, que “cayéndote y levantándote”. Nadie más que tú,
conoce su ritmo. No trates de cambiarlo por terceras personas, si por alguien
has de cambiar, que sea por que tú lo necesitas, en este momento, día y lugar.
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