El aguijón
de escorpión, siempre se hace presente, y a veces, cuando se enfrenta al fuego,
entendiéndose el fuego como elementos propios de tu “universo paralelo”,
produce un ataque de características autodestructivas.
¿Cómo
evitar ese ataque?
Siendo
objetivo, entendiendo que gran parte de los problemas presentes, son de tu
única responsabilidad.
No existe
nadie, que sea más responsable en esto, que tu mismo.
¿Dónde
quedó tu capacidad de hacer de “nada” un “todo”?
El
escorpión, sabe caminar por arena, sabe moverse por la tierra y sabe como
evitar ser descubierto.
Hoy, lo
importante, es identificar en qué lugar estás, y a qué lugar quieres llegar.
El
escorpión en su abdomen, tiene una especie de antena, como pelitos,
(literalmente), lo que hace que pueda captar las vibraciones del terreno
mientras camina o descansa, eso, es señal evidente de que gran parte de tus
reacciones, nacen producto de las emociones y sensaciones que percibas.
Aprende a
conectar con ellas.
Escorpión…
Es un ser fuerte y a ratos peligroso, cuando se siente amenazado, lanza su
ataque inyectando su veneno.
Aprende a
identificar lo que es un ataque de lo que no lo es.
El orgullo,
es comparable al aguijón que produce esa “autodestrucción”, y es algo que
necesita de riendas que se tiren cuando este se dispare y que lo azoten cuando
este se duerma.
Esta es una
nueva oportunidad para aprender a controlar el ego, el orgullo y las palabras,
las mismas que hace rato que están pasando la factura.
CONSEJO:
Antes de
querer “buscar algo nuevo”, termina de encontrar lo viejo.
Deja de
cuestionarte, finalmente, la única respuesta es la que se encuentra sin
buscarla.
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