Siempre
debemos “mirar al pasado”, específicamente, con la intención de aprender y
extraer lo positivo de los errores que hemos cometido.
Cada experiencia previa, es lo que hoy nos convierte en lo que somos.
Somos seres
energéticos, y cada una de esas experiencias, se graba en nuestros registros.
Parte del
evolucionar, tarea pendiente para este nuevo ciclo, implica el saber reconocernos y asumirnos como
seres autovalentes, como seres capaces de reinventarnos y de que somos
poseedores de una energía salvaje, (leo, el león, el rey), que siempre busca la
forma de liberarse, de moverse y de cambiar de lugar, en pro de su
supervivencia.
Es
necesario aprender a “dejar ser”, finalmente, lo que importa es que “tu” logres
tus metas, si el resto no lo hace, no es tu responsabilidad y tampoco está en
tus manos.
Nosotros compartimos un espacio, lo que no quiere decir que tengamos que
compartir los mismos ideales.
A veces,
para identificar “el por qué estamos en tal o cual posición”, necesitamos bajar
las revoluciones, sentarnos, respirar y “hacer un repaso mental” de lo que hicimos
“Y” de lo que dejamos de hacer, con sus correspondientes motivos.
Sobre la
marcha, con tal de no perder el ritmo, no nos damos cuenta de lo que dejamos de
hacer o de lo que hicimos mal. (Se entiende que en términos emocionales y
afectivos), por lo que para encontrar razones, primero debes encontrar un
tiempo o dedicar un tiempo, 100% para ti.
CONSEJO:
Intenta “llevar
un registro” mental de tus actos que mas efectos tengan. ¿Por qué? Porque la
idea es “evolucionar”, en todo sentido, entre eso, en nuestras reacciones.
No esperes
que alguien te diga “estas cambiado”, esmérate por eso, cambia para ti, mejora
para ti.
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