martes, 14 de diciembre de 2010

No hay peor ciego que el que no quiere ver.


Si no somos capaces de ver de forma objetiva lo que nos pasa, no busquemos la opinión de un tercero.

A diario, buscamos respuestas a situaciones que no sabemos cómo manejar, tenemos una y mil preguntas que no sabemos cómo responder… Pero aun así, seguimos caminando y sumando a nuestros problemas habituales, un sin fin de cuestionamientos y situaciones carentes de lógica racional, porque sólo se manifiestan de forma emocional, generando caos en nosotros.

Cuando buscamos orientación, independiente de qué tipo de orientación se trate, debemos partir de la base que “tenemos que escuchar con la mejor disposición del mundo” lo que tengamos que escuchar.

Si vamos por ejemplo al psicólogo, no podemos llegar a su oficina-consulta, sentarnos de brazos cruzados, esperando que los problemas por los cuales fuimos a parar a esa consulta afloren de manera innata, sin palabras de por medio y de paso, esperemos una solución.

Al momento de consultar las cartas, yo no espero que te sientes a contarme tu vida, porque de ser así, no podría ser objetivo, tampoco espero que me des detalles del por qué preguntas lo que preguntas, lo que espero, es que tu actitud no sea tan desafiante, no seas tan a la defensiva.

Se supone que si buscamos orientación en las cartas, es porque estamos dispuestos y expectantes de lo que las cartas tengan que decirnos.

Las cartas, por lo general trabajarán en relación a nuestros conflictos, y no existe nadie mas apropiado que nosotros mismos, para saber de manera objetiva que es lo que nos atormenta, nos acompleja o simplemente nos molesta.

Si buscamos o mas bien esperamos, que quien nos interprete las cartas, nos diga solo cosas que nos haga sentir felices y conformes, la ayuda que las cartas deben entregar, no será entregada de la manera apropiada y nosotros, quienes interpretamos las cartas, mucho no podemos hacer, si tu, como consultante, no estas dispuesto a escuchar y a entender, por mucho que no sea en el momento, lo que nuestros naipes tengan que decir.

El dicho, que encabeza este artículo, “no hay peor ciego que el no quiere ver”, es justamente la situación que en muchas ocasiones, nos toca enfrentar, como interpretes del Tarot, nos toca lidiar con quienes no quieren ver, lo que realmente pasa, pese a que admiten la certeza de lo que nosotros, interpretes, hablamos mediante las cartas.

Una de las mejores formas de evolucionar, más que de aprender, es ser honestos, con nosotros mismos.

La evolución, es un objetivo a lograr…
La evolución, no sólo es un proceso “Darwiniano”, es un proceso que tiene una trascendencia mayor, que solo adaptarnos para la vida.

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