El Tarot es un “juego” cautivante, por lo que debemos tener en cuenta varias cosas al momento de la lectura.
Primero, debemos sentirnos cómodos, con nuestro intérprete, eso es algo que no me canso de decir, me parece fundamental.
Por otra parte, debemos tener en cuenta si tenemos o no experiencias previas con el Tarot y su lenguaje.
Si somos primerizos en el Tarot, nuestra experiencia puede resultar óptima como puede resultar nefasta. Esto dependerá de varios factores, siendo el principal, nuestro intérprete, pues bien, teniendo asumido lo anterior, hablaré de otros factores que yo considero de suma importancia.
El espacio físico, juega un carácter importante en las lecturas, algunos de mis “pacientes”, prefiero llamarlos así, antes que “clientes”, prefieren las lecturas en su domicilio, se sienten más confiados, más seguros y más estables.
Otros prefieren un lugar neutro, un café o algún otro lugar donde puedan sentirse relajados, conversar un cigarrillo junto con las cartas o simplemente un área verde.
En lo personal, prefiero los espacios neutros, sin niños y sin animales, donde pueda fumar si así lo quisiera, donde pueda hablar fuerte o simplemente donde mi paño de lectura pueda estar extendido completamente.
Retomando el punto inicial, si son primerizos consultando las cartas, es importante considerar, si son hombres o mujeres, y en relación a eso, decidir que baraja se utilizará.
Muchas veces, quienes se leen por primera vez, están tensos, nerviosos, y en algunos casos en extremo sensibles al los estímulos de todo tipo, incluido los estímulos visuales.
Si una baraja es muy “oscura”, ó de imágenes en extremo fuertes, podemos genera un rechazo en quien nos consulta. Por otra parte, si la baraja es muy sutil, y nuestro consultante es más visual que auditivo, necesita una baraja más fuerte, pictóricamente hablando, y un lenguaje acorde a la baraja.
En el caso de quienes son habituales, o que consultan de forma periódica al Tarot, pueden sentirse más identificados con alguna baraja puntual, y cambiarles la baraja, puede resultarles en el rompimiento del esquema receptivo que ya han generado en las consultas anteriores.
Cuando me toca realizar consultas, así sean a domicilio, o en otro lugar, siempre trabajo con 3 barajas diferentes, clasificadas por su uso, y previamente preparados para el género del consultante.
Yo necesito sentirme cómodo, siendo el intérprete, y tú como mi consultante, necesitas sentirte aún más cómodo, y si yo puedo darte la opción y entregarte confianza, lo voy a hacer.
Las barajas tienen vida, tienen energías y están aquí para enseñarnos y ayudarnos, no solo para predecir.
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