lunes, 7 de enero de 2013

(El Tarot y Nosotros)


Durante toda la vida del ser humano, desde sus primeras etapas, existen cuestionamientos y dudas.

Siempre, desde el momento en que se comienzan a racionalizar las emociones, por supuesto en los comienzos de las civilizaciones, han existido preguntas que hasta el día de hoy, carecen de respuestas.

¿Cómo conecta el Tarot con lo anterior? ¿Qué rol juega el Tarot en nuestras vidas?

No tiene otro rol, más que el ser una guía. Representando en sus arcanos mayores, los diversos estados del ser humano.

Es evidente que el Tarot no tiene la capacidad de responder “todas” las dudas que tengamos. Pero si tiene la capacidad de orientarnos en cosas, que en comparación a otras dudas existenciales, son más “simples”.

El Tarot, este “juego” que se origina en tiempos antiguos e impensados, que fue pasando por generaciones y también por diferentes usos, hoy se ha posicionado en nuestra sociedad como una herramienta más de ayuda, en este laberinto de desafíos y de vientos cambiantes que es la vida en sí. Entregando a quien lo consulta, un abanico compuesto por 78 espectros, que en su más profunda esencia, corresponden a nuestros estados.

El Tarot, como reflejo de nosotros mismos, es un gran consejero, pero solo habla cuando nos enfrentamos a el.
Lo mismo pasa con un espejo, no nos refleja si lo miramos de perfil, debemos estar de frente a el.

Cada carta, de este maravilloso “juego”, tiene la capacidad de trasladarte a una dimensión paralela, que evidentemente, “no lo verás así”, pero una vez que todas las piezas comiencen a calzar, verás como tu mundo, ese que a diario recorres, comienza a ordenarse.

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